Águila arpía, monarca del cielo amazónico
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Surcar los cielos es una de las virtudes más envidiadas dentro del reino animal. La capacidad de volar por encima del resto facilita cualquier tipo de acción, principalmente las de caza, al disponer de la mejor visión posible del territorio, y las de huida, por la facilidad de escapar ante el peligro. Esta cualidad crea grandes depredadores que ocupan la cúspide de su cadena trófica, como la espectacular águila arpía, una monarca en el cielo del Amazonas.

Vigilando siempre en las alturas se encuentra el águila arpía (Harpia harpyja), una ave rapaz que habita en Centro y Sudamérica, de aspecto imponente y con unas curiosidades aún más sorprendentes. Esta especie es una de las más grandes del mundo dentro de las rapaces Su altura es colosal con respecto al resto, ya que está comprendida entre 90 centímetros y 105 centímetros, medidas alcanzadas por muy pocas aves voladoras. En cuanto a su peso, esta puede llegar a alcanzar los 9 kilogramos en los ejemplares más pesados.

A la altura y al peso hay que sumarle la amplia envergadura de sus alas. En los especímenes más grandes, las alas desplegadas del águila arpía pueden llegar a medir más de 2 metros, una impresionante carta de presentación cuando este animal que utiliza en distintas ocasiones y que ahuyenta a aquellos animales que se encuentren con esta rapaz.

El águila arpía, como buena ave rapaz que es, tiene una depurada técnica de ataque con la que consigue atrapar a un gran número de animales. Su modus operandi comienza desde las alturas con un planeo cauteloso sobre el territorio en el que va a desarrollar su cacería. Desde la distancia, es capaz de detectar a la gran mayoría de sus presas, incluso si estas deciden ocultarse entre la frondosa vegetación tropical que predomina en el territorio amazónico.

Tras un mapeo concienzudo, el águila arpía selecciona presa y se lanza en picado a por ella a la friolera velocidad de 80 kilómetros por hora. Cuando llega a su objetivo, clava en el cuerpo de su presa sus enormes garras de 13 centímetros, equiparables a las de un oso pardo adulto. El principal alimento en su dieta son los roedores de todo tipo, aunque también es habitual ver como ataca a monos y perezosos, especies más grandes en tamaño, pero que sucumben de igual manera a su cacería.

Amor eterno

En el reino animal existen algunas especies que una vez eligen a su par se mantienen a su lado toda la vida, y en ese romántico grupo se encuentra el águila arpía. Cuando un macho y una hembra de esta ave rapaz deciden emparejarse, crean un vínculo inquebrantable y se defenderán el uno al otro hasta el fin de sus días.

La pareja crea un gran nido en las copas de los árboles, en alturas que pueden llegar a superar los 30 metros. La gran distancia del nido con respecto al suelo se debe al gran nivel de protección que muestran estos animales con su territorio, previniendo así distintos peligros y obteniendo una mayor y mejor visibilidad de su alrededor.

Coronado en el Amazonas

El águila arpía es un animal muy importante en el ecosistema amazónico en el que habita. Sus características físicas, que imponen a cualquiera que tenga la oportunidad de verlo, y esa manera de cazar tan depurada, lo convierten en todo un icono en los cielos del Amazonas. Sin ir más lejos, este animal es ave nacional de Panamá y también el icono que aparece en el escudo de la Fuerza Aeroespacial Colombiana. El águila arpía, monarca por derecho propio de los cielos del Amazonas.

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